El riego y sus beneficios
Una introducción al riego, sus beneficios y su automatización
Introducción
El cambio climático y la irregularidad de las lluvias en esta región han hecho que prácticamente todos los jardines necesiten de riego artificial en las épocas más secas y calurosas, ya sea con un sistema automático o manualmente.
El agua es el principal componente de las plantas y es imprescindible para su vida, ya que constituye el principal medio de disolución y transporte de nutrientes desde el suelo, así como procesos vitales como son la fotosíntesis y la regulación térmica.


Los árboles y plantas se pueden regar por aspersión o riego localizado (goteo), pero en el caso del césped lo habitual es usar aspersión por su sencillez y uniformidad. Ver Riego por aspersión
El pasto es uno de los elementos más usados en jardines y parques. Su uso genera muchos beneficios además de los estéticos y sociales, como la mejora de las propiedades del suelo gracias a la materia orgánica que origina, la protección contra la erosión y la liberación de oxígeno a la atmósfera.
Existen decenas de tipos de césped en una gran gama de precios. Además de diferenciarse en textura y color, soportan distintas condiciones del clima como temperaturas extremas, falta de agua, sombra, etc. Los más cumunes en uruguay son el Bermuda, Rye Grass y el “cesped brasilero”.
Riego automático
Regar un jardín manualmente puede llevar mucho trabajo y es muy difícil hacerlo uniforme y asiduamente según se requiera en cada época del año.
Los sistemas de riego han evolucionado mucho durante las últimas décadas gracias al desarrollo de nuevos materiales y componentes, que permiten automatizar todo su funcionamiento sin costos tan elevados.
Los controladores programables de riego son tan intuitivos que el propio usuario puede regularlos a su gusto sin gran dificultad, e incluso manejarlo por internet desde una aplicación en el celular.


El diseño de una instalación de riego automático comienza con un estudio de caudal de la fuente de agua disponible, que puede ser un embalse, un pozo, la red de OSE, etc.
Generalmente el caudal disponible no es suficiente para regar todo el jardín al mismo tiempo, por lo que es necesario dividirlo en zonas e ir regándolas individualmente. Tarea que hará el controlador de riego automático.
Por último, de acuerdo a los requerimentos hídricos de cada zona del jardín, y a la pluviabilidad de los emisores (aspersores, goteros, etc), se debe elegir cuánto tiempo y con qué frecuencia será necesario regar cada una de ellas.